domingo, 24 de octubre de 2010

Schmäh

Hacía tiempo que no veía a mi amiga Astrid, vienesa actualmente trabajando en Madrid. Vino hace unos días de visita express y pude quedar una tarde con ella. Charlando en un café al lado de Rathaus me preguntó: "bueno Bea, tras unos días aquí, cuéntame cómo encuentras el comportamiento de los vieneses..."
No llevo mucho tiempo, pero dos cosas me han llamado la atención. Primero, la cordialidad de la gente. Frecuentemente los hombres ceden el paso a las mujeres, nos abren la puerta del metro, e incluso me han llegado a ceder el asiento. Segundo, la tranquilidad. Por las calles la gente no va acelerada, si el transporte público se va a escapar, no pasa nada, esperan al siguiente y no echan a correr. En las escaleras automáticas del metro, la mayoría de la gente va parada (me acostumbré a una ciudad acelerada, en la que las prisas se apreciaban en el ambiente y en la que pararse en las escaleas automáticas hasta molestaba). No hay más que echar un vistazo en un café o en una taberna para observar a los vieneses charlando tranquilamente o leyendo, sin prisa. Por supuesto, para todo esto, hay excepciones...
Mi amiga me contó lo que ellos denominan "schmäh", esto es, de forma resumida, la capacidad de enfrentarse a situaciones difíciles o tristes con humor e ingenio.
Cada región de austria tiene su schmäh particular, mezcla de ironía, comedia y melancolía.

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