Ayer me fijé en que algunas tiendas habían sido decoradas con figuritas o peluches de demonios, no le di importancia hasta que pasó un fiaker cuyos caballos llevaban unos cuernecitos rojos...Poco me ha costado averiguar el por qué. Ayer era la noche del Krampus, un diabólico ayudante de San Nicolás, vestido con una capa negra y peluda, con sus cuernos y enseñando su horrible lengua roja.
Recorre las calles apestando a azufre y golpeando cadenas oxidadas para atemorizar con su presencia. Se adelanta un día a San Nicolas, y castiga a los niños que se han portado mal trayéndoles patatas o carbón (en las leyendas se los llevaba en un saco al infierno). En la zona de los Alpes y el Tirol es muy popular la Krampusnacht. Grandes desfiles y carreras de Krampus diabólicos aterrorizan a los espectadores que cada año son atraídos por esta tradición.
La calma llega al día siguiente,el 6 de diciembre. San Nicolás con su barba blanca se lleva a los demonios y premia a los niños que han seguido el camino del bien con mandarinas, frutos secos y chocolate. Muchos afortunados hoy han recibido chocolatinas con forma de Nikolaus.
Krampus en la noche del 5 de diciembre.
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